“Todo lo que respire Alabe a Dios, Aleluya” Salmo 150:6
¿Te sientes triste? ¿Agotado? ¿Sin
fuerzas? ¿La vida ha perdido su sabor?
Quizá perdiste algo valioso,
quizá alguien ha partido de tu vida, no lo se, solo puedo darte un consejo… “ALABA
A DIOS”
Job era un hombre íntegro que
amaba a Dios, tenía muchas posesiones, terrenos, animales, una linda familia y
salud, pero un día por capricho de Satanás, Job lo perdió todo, sin embargo,
Job alababa a Dios.
Jesús, Dios mismo, dejó el cielo
y su gloria, se hizo humilde, le dieron la espalda, padeció dolores, rechazo,
sufrió la perdida de su amigo Lázaro, abandonado, sin embargo, alababa a su
Padre.
Abraham, dejó su casa, todo lo
que tenía, obedeció la voz de Dios, y alababa a Dios.
Podría seguir mencionando
historias, pero todas tendrían algo en común….
Todos pasaron por una gran
tormenta, la tempestad arremetió contra sus corazones, la luz del sol se
ocultaba de sus rostros, y ellos….¡ALABABAN A DIOS!
¿Y porque lo hacían?
Porque confiaban totalmente en su
Padre Celestial, porque el arcoíris no aparece antes que la lluvia….
La fe de Abraham lo llevó a
confiar en Dios y Dios le llevó a una Tierra prometida.
¡Job fue recompensado con el
doble de todo lo que tenía!
¡Jesús fue lleno de gloria y su
padre le dio potestad sobre todo lo que existe, y con su sangre preciosa trajo
salvación!
“Y sabemos que a los que aman a
Dios todas las cosas les ayudan a bien...” Romanos 8:28
Hermano, Hermana que lees esto,
confía en el Señor, resiste las pruebas y entonces, ¡deléitate en el Señor! Y
prepárate, ¡pues lluvia de bendiciones recaerán en tu vida!
Omar Reyes S.
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