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Nada puede mas que la oracion


Dios tiene grandes planes para cada uno de los humanos. Para poder estar en comunicación con el y  tener la fortaleza espiritual que necesitamos, no existe algo mas efectivo que la poderosa oración.

Fue en el monte con Dios donde Moises contemplo  el modelo de aquel edificio maravilloso que fue la casa divina en el desierto. En ese lugar secreto de comunión revelo su glorioso ideal para la humanidad. Así tenemos la capacidad para conducir la edificación de nuestro carácter, de tal manera que se realice para nosotros la promesa : “Viviré con ellos y caminare entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”.

Deberíamos elevar nuestras almas al cielo en oración a cada momento, mientras atendemos nuestras labores diarias. Esas peticiones silenciosas suben como incienso ante el trono de gracia. Son poderosas. Cuando el corazón de una persona cristiana se apoya así en Dios, no puede ser derrotado. No existe un mal que pueda destruir su paz. Todas las promesas de la Palabra de Dios, no puede ser derrotado. No existe un mal que pueda destruir su paz. Todas las promesas de la Palabra de Dios, todo el poder de la gracia divina, todos los recursos del Señor contribuyen para asegurar su seguridad. Así fue como Enoc anduvo con Dios, quien estuvo con el siempre. Fue un auxilio fuerte cada vez que lo necesito.

En contacto con el infinito

La oración es el aliento del alma. Es el secreto del poder espiritual. Ningún otro medio de gracia puede sustituirla y conservar, sin embargo, la salud del alma. La oración pone al corazón en inmediato contacto con la fuente de vida, y la fortalece los tendones y músculos de la experiencia religiosa. Cuando se descuida la practica de la oración , o se ora ocasionalmente, de vez en cuando si la persona lo recuerda, entonces se pierde la relación con Dios. Disminuye la vitalidad de las facultades espirituales; la experiencia religiosa carece de la salud y vigor.

Es maravilloso que podamos orar eficazmente; que seres mortales indignos y que fácilmente se equivocan posean la facultad de presentar sus peticiones a Dios. ¿Hay alguna cosa mas elevada que podría desear el hombre, que la de estar unido con el Dios infinito? El humano débil y pecaminoso tiene el privilegio de hablar a su hacedor. Podemos pronunciar palabras que alcancen el trono del monarca del universo. Podemos hablar con Jesús mientras caminamos en la calle, y él responde :  Estoy a tu lado.

Toda oración sincera recibe contestación
Podemos tener comunicación con Dios en nuestro corazones; Cristo puede ser nuestro compañero. Mientras atendemos nuestras tareas diarias, podemos exhalar el deseo de nuestro corazón en privado. Nada puede ahogar el deseo del alma. Se eleva por encima del trajín de la calle, por encima del ruido de los automóviles y las fabricas. Es a Dios a quien hablamos, y él oye nuestra oración. 


Pide, pues y recibirás. Pide humildad, sabiduría, valor, que tu fe aumente. Cada oración sincera recibirá contestación. A lo mejor no la recibes exactamente como la deseas, o cuando la esperas ; pero llegará de la manera y en la ocasión que mejor se ajuste a tu necesidad. Las oraciones que eleves en la soledad, en el cansancio de las dificultades, Dios las contestará. No siempre como lo esperes, pero siempre para  tu bien.


Autor: Ellen White

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