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Mi vida no vale nada




Vivimos en un mundo muy apresurado, un mundo donde no hay tiempo para dedicarnos a nosotros mismos, vamos de aquí a allá siempre en contra del reloj.

No es sorpresa que hoy en día impera la ansiedad y la tristeza extrema.

La depresión constituye un severo problema de salud pública que hoy por hoy afecta entre 12% y 20% a personas adultas, es decir, entre 18 y 65 años. 
Actualmente, según el estudio ‘Costo Social de los Trastornos Mentales’ de Pro Voz Salud Mental, -un grupo de asociaciones no gubernamentales- realizado a 4,048 trabajadores del sector salud durante dos años, arroja que las mujeres sufren casi el doble de depresión (14.4%), en comparación con los hombres (8.9%). También, las personas que han sufrido depresión mayor alguna vez en su vida, la presentan por periodos mayores a dos semanas, en una edad aproximada de 24 años, con síntomas como estado de ánimo triste o irritable, sin interés alguno, aumento o disminución de apetito, insomnio o hipersomnio (cuando se duerme de más), sensación de debilidad física, sentirse inútil o culpable y pensamientos de suicidio, entre otros.1
La parte más peligrosa de la depresión se da cuando se abre una puerta hacia el vacío. La depresión es una de las causas más frecuentes de suicidio y pocas personas logran identificar las etapas de este trastorno emocional.
Quizá hoy en  día estas deprimido, no tienes ganas de vivir, se te han quitado las ganas de soñar, quizá digas “ ¡Mi vida no vale nada!”

Pero ¿que tan cierto es esta aseveración tuya?

¿Te has puesto a pensar que somos en el universo? Si vemos una fotografía de lo que hasta ahora se conoce a través de la tecnología y la colocáramos en un gran mural, difícilmente distinguirías la Tierra.

Hasta aquí puede ser que creas que tienes razón, la vida no vale nada, ¿que somos? Solo un punto en el universo.

Pero déjame decirte que el creador del cielo y de la tierra, de todas las galaxias, de todo lo que puedes ver e incluso las que no se ven, aun siendo tu solo un pequeño punto en el universo, ¡decidió hacerse como tu, para morir por ti!  Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)

Aquel a quien los mares obedecen, aquel que puede hacer ver al ciego, oír al sordo, levantar a los muertos, hacer que caiga fuego del cielo, ¿muriendo por ti?

Creo que tienes una mala perspectiva de lo que vale tu vida…

¿Sabes?, cuando descubres esta gran verdad, empiezas a creer en tu creador, empiezas a darle gracias por todo lo que te da, y cuando confías en el no hay nada que te pueda derrotar.

 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (romanos 8:31)

¿Que esperas? A confiar en Dios, anda, ¡vamos! Escudriña las escrituras, conoce cuanto vales, ¡y que Dios te bendiga siempre!


1 Secretaria de Salud



Autor: Omar Reyes

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