¿Qué te preocupa? ¿Las deudas? ¿Terminar
una carrera? ¿El desempleo? ¿Tus hijos? Te pregunto porque como cristianos
solemos llevar una vida relativamente saludable, tratamos de comer sanamente,
evitamos bebidas alcohólicas, el tabaco, el café y las drogas, hacemos
ejercicio, etc. Sin embargo, muchas veces batallamos en el manejo del estrés.
Pero… ¿Qué es el estrés? El estrés es una
respuesta adaptativa del organismo ante diferentes estresores que el cerebro
identifica como atacantes y por lo tanto intentara defenderse.
Entonces, ante esta situación se
desencadenan ciertas reacciones químicas y se secretan ciertas sustancias que a
continuación les explico.
FISIOLOGÍA DEL ESTRÉS
Como hemos dicho el cerebro es el
responsable de identificar los agentes estresores, si se declara una situación
de alerta se pone en marcha una estrategia de combate:
1.
Las neuronas envían un mensaje
al hipotálamo para que contacte con la glándula pituitaria.
2.
La pituitaria estimula la
liberación de la hormona corticotropina que envía mensajes al sistema nervioso simpático,
previniendo al cuerpo de cualquier peligro.
3.
En los órganos de la digestión
y la piel las arterias se contraen disminuyendo el suplemento de sangre en
estas zonas lo cual permite que se cuente con más sangre en otros órganos
importantes y nos prepare en caso de sufrir una herida
4.
La glándula suprarrenal recibe
una señal y libera en el torrente sanguíneo dos hormonas la adrenalina y el
cortisol que junto con la noradrenalina serán los que actuaran en el rescate.
5.
La adrenalina aumenta la
frecuencia cardiaca y respiratoria, con la ayuda de la noradrenalina los
sentidos se agudizan, las pupilas se dilatan y los músculos se tensan
preparando al cuerpo para luchar o huir.
6.
El efecto del cortisol es más
prolongado y diverso, manda una señal al hígado para aumentar la glucosa en
sangre para tener más energía disponible,
además promueve la liberación de dopamina que es la misma que causa
sensaciones de bienestar.
Hasta aquí hemos
visto lo que sucede en una situación de “intento de ataque” que detectó el
cerebro, es algo normal pues te prepara para defenderte. Pero… ¿Qué sucede si esta situación se prolonga?
El ser humano tiene una imaginación
brillante y creativa, desafortunadamente esta imaginación puede crear peligros
irreales y desencadenar tensiones y
miedos innecesarios. Cuando estamos sometidos a situaciones estresantes
diariamente nuestro cuerpo sufre cambios desastrosos:
1.
La glándula suprarrenal libera
cortisol en exceso y este puede atrofiar las neuronas asociadas a la memoria,
potencia el estado de alerta generando ansiedad, inhibe la secreción de
neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que son sustancias que en
caso déficit desencadenan depresión y trastornos del sueño.
2.
Si las arterias del estómago
permanecen contraídas a causa del permanente estado de alarma, la capa interior
de la pared del estómago carecerá de oxigeno, las células se desintegran
dejando la segunda capa sin protección y el ácido contenido en el estómago actúa
en esa segunda capa, se abre paso entre las demás capas y el resultado es una úlcera.
3.
Si el hígado continúa
secretando glucosa en exceso causara deterioro del páncreas en su carrera por
nivelar el azúcar en sangre y el resultado será la temible diabetes.
COMO COMBATIR EL ESTRÉS.
Una
vez que hemos entendido como funciona el estrés y como puede llegar a
deteriorar nuestra salud si permanece por periodos prolongados, es importante
conocer como podemos combatirlo también con la ayuda sustancias secretadas por
el mismo cerebro que son llamadas endorfinas; podemos educar a nuestro cerebro
empezando por identificar que nos gusta. Entre algunas de las actividades que
podemos realizar se encuentran:
·
Tener una buena conversación
con algún amigo o familiar
·
Reír a carcajadas, sin importar
si estas solo.
·
Realizar 30 min a una hora de
ejercicio físico
·
Pensar positivamente aun ante
las dificultades
·
Ayudar a alguien necesitado.
·
Un buen abrazo.
·
Una alimentación equilibrada.
Finalmente como cristianos tenemos a
nuestro alcance numerosas promesas que Dios ha dejado en su palabra que
ayudaran también a mantener un buen ánimo aun en situaciones difíciles y quisiera compartirlas contigo:
1. Estas cosas os he
hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero
confiad, yo he vencido al mundo. Juan 16: 33
2. Por tanto, oh varones,
tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho.
Hechos 27:25
3. Esforzaos y cobrad
ánimo; no temáis, ni tengáis
miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te
desamparará. Deuteronomio 31:6
4. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros
corazones y pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:7
5. Aunque la higuera no
florezca, ni en las vides haya
frutos, aunque falte el producto
del olivo, y los labrados no den
mantenimiento, y las ovejas sean
quitadas de la majada, y no haya
vacas en los corrales; con todo,
yo me alegraré en Jehová, y me
gozaré en el Dios de mi salvación. Habacuc 3:17-18
Así que
ahora fuera el estrés y arriba el ánimo, busca todas las posibles soluciones a
tu alcance antes de estresarte recuerda que Dios está a tu lado y te sostiene.
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