¿Sabias
que….somos criaturas maravillosas?

En las escrituras el
corazón es la persona en su totalidad, es lo que somos, nuestro ser, nuestros
pensamientos, emociones y la voluntad, lo que queremos y sabemos hacer.
Hoy en día muchas
personas están preocupadas por su estilo de vida y buscan la manera de cuidar
su salud lo mejor posible, no hay nada malo en tratar de vivir de la manera más
saludable posible. Es una actitud cristiana. Sin embargo el cristiano no debe
mirar al que tiene al lado y criticarlo por no seguir su mismo estilo de vida.
En tiempos de Jesús los fariseos eran muy escrupulosos con el cumplimiento de
la ley, inclusive inventaron leyes para cumplir la ley.
Sabes, cuando Dios
pide que lo amemos de todo corazón no solo habla de lo físico. El asunto es que
si ser cristiano estriba en la manera de vestir o eliminar ciertas cosas de la
dieta podemos hacerlo en la mayoría de los casos nosotros mismos. Pero un
cambio de corazón, solo Jesús.
Algo que llama mi
atención es que la principal causa de mortalidad en el mundo son las
enfermedades cardiovasculares.

1.- Disminuir
al máximo el consumo de alimentos de origen animal (grasa, embutidos, carne,
pollo, huevo, mantequilla…)
2.- Remplazar
esas grasas por las de origen vegetal (semillas de girasol, aceites vegetales,)
3.- Dieta rica en fibra y vegetales.
También
existen alimentos específicos para el sistema cardiovascular como los
siguientes:
·
Nuez, su ácido linoléico frena la producción
de colesterol en el hígado reduciendo significativamente el riesgo de infarto
al miocardio.
·
Plátano. Rico en vitaminas del grupo B para
que el corazón produzca energía, y minerales importantes como potasio, magnesio
y hierro. No contiene sodio
·
Aguacate. Supera al plátano en potasio y
tiene muy poco sodio. Rico en grasas polinsaturadas que disminuyen el
colesterol.
La realización de
ejercicio es importante. Porque disminuye el estrés y esto a su vez mejora la
calidad de vida de nuestro corazón.
Ahora te pregunto, ¿cómo cuidas tu corazón
espiritualmente?
Salmo 5:3 dice “de mañana oirás mi voz… delante de ti
esperare…”
Dios es el único
capaz de producir en nosotros un cambio real de corazón, solo tenemos que
permitirlo y tomar la medicina que él nos de, además de cambiar nuestros
hábitos. Aquí te dejo tres consejos muy útiles para el cuidado de tu corazón
espiritualmente:
*Reducir el consumo
de todas las fuentes materialismo, y prestar menos atención al YO.
*Remplazar las fuentes
de materialismo por las de espiritualidad.
*Aumentar el consumo
de la oración y las escrituras.
¡Dios te bendice y te
quiere ver sano física y espiritualmente!
Autor: Raquel
Armenta
Comentarios
Publicar un comentario