Ir al contenido principal

NO PASA NADA



Uno de los argumentos del enemigo que ha usado desde el principio de los tiempos al presentar una tentación es el de “no pasa nada”. Es decir, sugiere que si accedes a sus insinuaciones, no habrá consecuencias, no habrá daños. Dice el relato bíblico en Génesis 3:4: “Entonces la serpiente replicó a la mujer:”No es cierto. No moriréis”. ¿Te das cuenta de que la serpiente está afirmando implícitamente que “no pasa nada”?

“Solo será una vez, no pasa nada”, es una mentira; si pasa algo. La mayoría de los vicios, llámese alcoholismo, drogadicción, o cualquier mal hábito, inician con un “no pasa nada”. “Con una vez que no vaya a la iglesia no pasa nada, con una vez que vaya a la escuela el sábado no pasa nada. Con una vez que vea páginas inmorales en Internet, no pasa nada. Con una vez que experimente esto o aquello, no pasa nada”. ¡Es mentira, si pasa algo! Se abre una rendija pequeña, pero solo es el inicio de abrir de par en par toda la puerta al pecado.

Pensar que no pasa nada al ceder a una tentación, que es  inofensiva, o que nadie se dará cuenta, es un error grave, costoso. Suponer que aquello no tiene poder sobre ti, que esa conducta o esos actos podrás dejarlo en cualquier momento es una terrible equivocación. Sí pasa algo; cuando menos te des cuenta, estarás atrapado.

Eva, para su desgracia, y la de toda la humanidad, pensó que no pasaría nada al comer aquel fruto prohibido por Dios. Las consecuencias las vemos todos los días. David pensó que no pasaría nada al acostarse con Betsabé. Pero  a raíz de ello vinieron los problemas espirituales y familiares. Sansón pensó también que no pasaba nada al tomar por pareja a una mujer filistea, pero eso fue el inicio del declive de sus principios, de su relación con Dios y de su vida.

Armando, estudiante de preparatoria, pensaba que no pasaba nada si tomaba una cerveza de vez en cuando. Después, se vio atrapado en las garras crueles del alcoholismo apenas al inicio de su juventud. Se vio afectado en sus estudios, en la relación con su familia, y obviamente en su salud física, emocional y espiritual. Años después, sigue luchando día a día por rehabilitarse, por recuperar a su familia y por caminar con Dios.

Como jóvenes cristianos, continuamente estamos expuestos a las pruebas y las tentaciones. Es necesario estar apercibidos y en constante comunicación con Dios para poder salir victoriosos sobre ellas. Solamente con el poder de Dios podremos lograrlo, nunca con nuestras propias fuerzas. Por otro lado, nunca debemos olvidar que el hecho de ser tentados, no significa que estemos pecando. Solo cuando cedemos es cuando incurrimos en pecado. También hay que recordar que Dios es fiel que no dejará que estemos expuestos a situaciones mas allá de lo que podemos soportar, sino que juntamente con las pruebas, nos dará también la salida, es decir, la vía de escape, la manera de sobreponerse a la tentación. (1ª Cor 10:13)

Es preciso mencionar algunas formas eficaces de vencer la tentación. Recordemos como Jesús afrontó las tentaciones que Satanás le planteó. A todas ellas Jesús le respondió con un “escrito esta”, es decir, con la palabra de Dios. Debemos seguir el ejemplo y emplear el mismo método. ¡Desde luego que no podrás hacerlo si no conoces las promesas y mensajes bíblicos!

 Otro recurso infalible sin duda alguna es el de la oración. Pide ayuda divina e inmediatamente Dios  y sus ángeles acudirán en tu auxilio y el enemigo y sus seducciones huirán de ti. Cuéntale a Dios aquello de lo cual sientas deseos, por ejemplo, “quiero mirar páginas indecentes en internet”. Desde luego es incómodo y pareciera hasta blasfemo, pero luego de ello verás como la tentación desaparece y no sentirás deseo de aquello después de contarle a Dios el asunto.

 Otra forma puede ser la reacción que tuvo  José ante la propuesta indecorosa de la mujer de Potifar, ¡salir corriendo!  Ya sea figuradamente o incluso literalmente. ¿Cómo haría yo este grande mal y pecaría contra Dios?, se pregunto José en esa ocasión. Pregúntate tú lo mismo cuando te sientas asaltado por una incitación del enemigo.



Un último consejo, no te expongas innecesariamente al camino de la tentación. Entre más lejos estés de ella, mejor. Evita todo lugar o situación que pueda inducirte a realizar algún acto que deshonre a Dios y del cual después puedas arrepentirte. No pienses erróneamente que “no pasa nada”.





Autor: Juan Pablo Gutierrez S.

Comentarios

Entradas populares de este blog

MIEDO AL JUICIO

La mayoría de las personas cuando escuchamos la palabra “juicio”, pensamos en connotaciones negativas: imaginamos una sala con un juez, un jurado, un fiscal, un acusado, un abogado, una investigación, una sentencia. Nosotros como cristianos sabemos –aunque muchas veces no lo tenemos presente- que se está dando un juicio divino en las cortes celestiales, de una manera muy similar al concepto que tenemos de un juicio, con todos sus elementos. El juicio justo de Dios es un acontecimiento inevitable. Sus propósitos principales son revelar la gracia de Dios, reivindicar su carácter justo y mostrar su amor y misericordia en toda su plenitud ante todo el universo; además, desde luego, recompensar a sus siervos y dar la retribución a aquellos que nunca le aceptaron. El propio Cristo presidirá el evento, pues “el Padre todo juicio dio al Hijo” (Jn.5:22). Y sí, habrá un acusador (Satanás), un abogado (¡Cristo mismo!), un veredicto (inocente o culpable),y una condena o una abs...

COSMOS

¿Alguna vez has contemplado la bóveda celeste en un lugar alejado de la ciudad y sentir un deseo inmenso de no bajar tu vista de los cielos porque sientes algo terriblemente bello y estremecedor que congela tus sentidos?  "El cosmos es todo lo que es, todo lo que fue y todo lo que será. Nuestras más ligeras contemplaciones del cosmos nos hacen estremecer: Sentimos como un cosquilleo nos llena los nervios, una voz muda, una ligera sensación como de un recuerdo lejano o como si cayéramos desde gran altura. Sabemos que nos aproximamos al más grande de los misterios"  (Carl Sagan, Cosmos, Introducción, pp. 12) Carl Sagan fue un entusiasta y apasionado  astrónomo y divulgador científico del siglo pasado, es famoso por sus grandes colaboraciones y dirección de proyectos en la NASA. Lo conocemos por su  ilusionada  esperanza de encontrar vida en otros planetas;  hombre soñador, razonable, escéptico pero con un gran amor hacia la adquisición y expansi...

NO SE TRATA DE SENTIR, SE TRATA DE CREER

Conocí a Rebeca en un periodo oscuro de su temprana juventud.  Apenas tenía 18 años y la vida ya le había dado a probar amargura y soledad. Años atrás, su padre los había abandonado a ella, a su hermanito y a su madre.  Sin embargo, la dedicación y el amor que su madre y su abuela brindaron a los dos niños, enseñó a Rebeca a crecer sintiéndose amada y protegida, aún con la ausencia de su padre. Conoció de Dios y de su amor cuando estaba en la secundaria, y su amor por Cristo creció tanto, que se bautizó junto con su hermano y su madre el mismo día de su cumpleaños número 15. Un día la tristeza llegó a su hogar.  La abuelita cayó presa de una enfermedad que rápidamente la llevó a la muerte.  Y antes de recuperarse de la triste ausencia de su querida viejecita, su madre fue diagnosticada con cáncer.   El doctor no le daba muchas esperanzas de sanar, y tampoco mucho tiempo de vida. Rebeca conocía a ese Dios Todopoderoso, y se aferró fuert...