Yo se los pensamientos que tengo acerca de ustedes, dice el Eterno, pensamientos de paz y no de mal, para darles el fin que esperan” (Jer 29:11). Ayer tuve que hacer algo que detesto: llevar a mi perro Travieso al veterinario. Primero le extrajeron sangre de una vena del pescuezo, mientras yo lo sujetaba. Me miró con sus ojos perrunos en mudo reproche por haber permitido que le hicieran eso. Cuando estaba por bajarlo de la mesa de exámenes, el veterinario me dijo que según el registro de mi perro, el mes entrante tenía que recibir su vacuna anual. Sugirió dársela en ese momento para ahorrarme un nuevo viaje. Después de la vacuna, tome a Travieso y fui a pagar la cuenta. Mientras hacia el pago, el veterinario asomó la cabeza y me preguntó si sabia que ese verano mi perro tenia que recibir una vacuna antirrábica. Lo llevé de nuevo a la mesa de exámenes. Cuando finalmente metí a Travieso en el auto para llevarlo a casa, se arrinconó en el lado opuesto del asiento delant...
"Asi que no nos fijamos en lo visible sino en lo Invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es Eterno" 2a Cor 4:18