Uno de los argumentos del enemigo que ha usado desde el principio de los tiempos al presentar una tentación es el de “no pasa nada”. Es decir, sugiere que si accedes a sus insinuaciones, no habrá consecuencias, no habrá daños. Dice el relato bíblico en Génesis 3:4: “Entonces la serpiente replicó a la mujer:”No es cierto. No moriréis”. ¿Te das cuenta de que la serpiente está afirmando implícitamente que “no pasa nada”? “Solo será una vez, no pasa nada”, es una mentira; si pasa algo. La mayoría de los vicios, llámese alcoholismo, drogadicción, o cualquier mal hábito, inician con un “no pasa nada”. “Con una vez que no vaya a la iglesia no pasa nada, con una vez que vaya a la escuela el sábado no pasa nada. Con una vez que vea páginas inmorales en Internet, no pasa nada. Con una vez que experimente esto o aquello, no pasa nada”. ¡Es mentira, si pasa algo! Se abre una rendija pequeña, pero solo es el inicio de abrir de par en par toda la puerta al pecado. Pensar que no pasa...
"Asi que no nos fijamos en lo visible sino en lo Invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es Eterno" 2a Cor 4:18